lunes, 4 de abril de 2011

La siesta, nuestra amiga para prevenir el Alzheimer

Uno de los hábitos más apreciados por muchos en España y nos convendría seguir manteniendo, es la siesta. Aunque el ajetreado estilo de vida en la actualidad hace que solo algunos puedan permitírselo.

Un estudio israelí reveló que echar la siesta un tiempo después de comer ayuda a la fijación del recuerdo en el cerebro. Se analizaron dos grupos de personas y estudiaron su capacidad para repetir de forma correcta y rápida una secuencia aprendida de objetos. A un grupo se les dejó dormir una hora después de haber aprendido la secuencia y al otro no. El resultado fue que los que durmieron siesta mostraban mejor habilidad para repetir la secuencia que los que no durmieron, pero se repitió la prueba al día siguiente, después de que todos durmieran ambos grupos tuvieron el mismo nivel de aptitud. En conclusión, una siesta diurna acelera y mejora la destreza del cerebro.

Otro estudio realizado por la Universidad de California demostró que la siesta estimula la creatividad y la asociación de ideas. Si un problema te preocupa y no sabes cómo resolverlo, échate una siesta y quizá encuentres la solución.

Una investigación realizada por la Universidad californiana, aseguró que la siesta mejora la sensibilidad del cerebro a las emociones positivas. Eso quiere decir que tras una hora de descanso después de comer, estamos más receptivos a la felicidad y no damos tanta importancia a expresiones negativas.



Información obtenida de una revista de la editorial RBA, llamada "Cómo activar tu memoria y mejorar tu mente"

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